LA CERTEZA PROPORCIONA SEGURIDAD, PARA TI Y PARA LOS DEMÁS
Siempre es bueno estar informado sobre lo que sucede, especialmente cuando se trata de tu propia salud. La prueba del VIH despejará cualquier duda y te dará tranquilidad. Por supuesto, siempre es deseable que el resultado de la prueba sea negativo. Sin embargo, en caso de un resultado positivo, recuerda lo siguiente: a pesar del VIH, podrás llevar una vida larga y plena, siempre y cuando comiences el tratamiento antirretroviral lo antes posible después del diagnóstico.
Conocer tu estado serológico, es decir, si tienes o no infección por VIH, no solo demuestra responsabilidad hacia tu propia salud, sino también hacia la de las personas con las que mantienes relaciones sexuales. De hecho, solo si sabes con certeza que tienes VIH o padeces cualquier otra enfermedad de transmisión sexual puedes tomar medidas al respecto. De esta manera, cuidarás tu salud y, al mismo tiempo, evitarás transmitir la infección a otras personas.
Hacerte la prueba del VIH no solo te dará tranquilidad, sino también una sensación de alivio. Ya que, aunque intentes no pensar en el VIH de manera consciente, el tema puede preocuparte de manera inconsciente y generar un estado constante de incertidumbre.
Por lo tanto, es mejor asegurarte haciéndote pruebas del VIH y, si es necesario, también de otras enfermedades de transmisión sexual de forma periódica. Recuerda que, al hacerlo, estás dando un paso importante tanto para tu salud sexual y mental como para la de tus parejas sexuales.
¿CUÁNDO DEBO HACERME UNA PRUEBA?
SITUACIONES EN LAS QUE SE RECOMIENDA REALIZAR UNA PRUEBA DEL VIH
Solo con una prueba se puede descartar de forma fiable la presencia de una infección por el VIH. En función de tu actividad sexual, es recomendable que te hagas la pruebas periódicamente y, por supuesto, siempre según tu propia evaluación del riesgo. En definitiva, conocer tu estado serológico no solo será beneficioso para tu salud sexual, sino que te permitirá vivir tu sexualidad de manera más tranquila, independientemente de las prácticas sexuales que lleves a cabo o de cuántas parejas tengas.
Hacerse una prueba del VIH resulta especialmente conveniente estos los cuatro casos siguientes:

Si tienes una vida sexual activa y cambias de pareja con frecuencia; cuanto más amplio sea el círculo de personas con las que tienes relaciones sexuales, mayor será la probabilidad de que entre ellas haya alguien con VIH. Por lo tanto, puede ser conveniente hacerse pruebas del VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual de forma periódica (por ejemplo, cada seis meses o una vez al año).

Si has tenido recientemente un contacto de riesgo. Por ejemplo, se considera que ha habido un contacto de riesgo cuando el preservativo se ha roto durante las relaciones sexuales con una persona de la que desconoces el estado serológico. En el siguiente apartado sobre los distintos tipos de pruebas se explican con más detalle el periodo de tiempo que debe transcurrir entre un contacto de riesgo y la realización de una prueba para que esta proporcione un resultado fiable.

Si notas cambios en tu cuerpo o síntomas que no te parecen normales, como una pérdida de peso inexplicable, diarrea frecuente o tienes infecciones por hongos en la boca y la garganta (ejemplo: candidiasis oral), estos síntomas pueden indicar que tu sistema inmunitario se ha debilitado debido a una infección por el VIH. Estos síntomas se conocen como «enfermedades indicadoras», apuntan a la presencia de dicha infección. Por lo tanto, si notas cambios como estos en tu cuerpo, consulta con tu médico/a de confianza para aclarar la situación. Para obtener más información sobre la relación existente entre una infección por el VIH y el sistema inmunitario, consulta el apartado «Fases de la infección por el VIH».
A veces, una infección por el VIH se confunde en sus primeras etapas con una gripe, pues los síntomas pueden ser similares en la fase aguda. Los signos más frecuentes de una infección aguda por el VIH son, por orden de importancia, los siguientes:

Imagen: Representación de los síntomas más frecuentes de una infección aguda por el VIH (clasificación modificada de Hecht1)

Siempre que tengas dudas sobre tu estado serológico o te preocupe la posibilidad de haberte contagiado con el virus, es mejor cerciorarse que preocuparse.

En caso de embarazo, también debes hacerte la prueba del VIH. Habla con tu ginecólogo/a sobre ello para recibir la orientación adecuada
Existen diferentes tipos de pruebas para detectar una posible infección por el VIH. Algunas pueden identificar la infección tan solo dos semanas después de un contacto de riesgo, mientras que otras solo pueden descartar la presencia de la infección después de seis o incluso doce semanas. Por lo tanto, el momento en que una prueba proporciona un resultado fiable depende, entre otros, de cuándo se ha producido la situación de riesgo. Si quieres saber qué pruebas hay, cómo funcionan y qué aspectos debes tener en cuenta, en el siguiente apartado encontrarás una descripción general de cada tipo de prueba.
¿CÓMO FUNCIONAN LAS PRUEBAS?
Los tipos de pruebas
Con frecuencia, la prueba del VIH es lo que se conoce como prueba de detección de anticuerpos. Esto significa que la prueba no busca directamente el virus del VIH en sí mismo, sino los anticuerpos que el cuerpo humano produce como respuesta para defenderse de dicho virus. La prueba de detección de anticuerpos también suele denominarse «prueba de reactividad» y significa lo siguiente: si esta primera prueba es reactiva (es decir, el resultado de la prueba es positivo, lo que indica que existe una alta probabilidad de infección por el VIH), siempre se realiza una segunda prueba, conocida como prueba de confirmación, para asegurar dicho resultado. Esta prueba de confirmación, que siempre se realiza mediante una técnica de análisis diferente, tiene como objetivo descartar una «falsa alarma o falso positivo».

Imagen: Representación esquemática del procedimiento de la prueba del VIH
Los cinco métodos analíticos más frecuentes son los siguientes:

Prueba analítica del VIH. En este caso, se extrae una muestra de sangre de una vena del pliegue del brazo en un centro de diagnóstico de HIV (como puede ser una consulta médica, una oficina de salud pública, una clínica de enfermedades de transmisión sexual (ETS), checkpoints. o un servicio de atención regional de la Deutsche Aidshilfe) y se envía a un laboratorio. Por lo general, el resultado se recibe en unos días. Si la prueba es positiva, se realiza un segundo análisis clínico para confirmar el resultado. La prueba analítica del VIH solo puede detectar si una persona tiene VIH como muy pronto dos semanas después de un posible contacto de riesgo. No obstante, un resultado negativo fiable, es decir, la confirmación definitiva de que la persona NO tiene VIH, solo es posible seis semanas después del contacto de riesgo. Así pues, es necesario tener en cuenta el período transcurrido entre el contacto de riesgo y la realización de la prueba.

Prueba rápida del VIH. Esta prueba también se lleva a cabo en un centro de diagnóstico de VIH. Con una pequeña muestra de sangre extraída de la yema del dedo, obtendrás un resultado en tan solo unos minutos. Si la prueba rápida es positiva, el resultado también debe confirmarse para estar absolutamente seguros. Para ello, se envía una segunda muestra de sangre al laboratorio. El resultado de la prueba de confirmación puede tardar unos días. La prueba rápida del VIH solo puede detectar una infección por el VIH tres semanas después de un posible contagio. Además, dicha prueba solo proporciona una confirmación fiable de que la persona NO tiene VIH como muy pronto doce semanas después de la situación de riesgo.

Autoprueba de VIH. Este test es básicamente una prueba rápida del VIH, con la diferencia de que puedes realizarla tú mismo/a en casa y no tienes que acudir a un centro de diagnóstico de HIV. Puedes conseguir un kit de autodiagnóstico de VIH en cualquiera de las organizaciones de apoyo a las personas con VIH/sida de tu zona, así como en farmacias y parafarmacias, o bien pedirlo por Internet. Para realizar la prueba, se extrae una muestra de sangre mediante un pinchazo en la yema del dedo y se introduce en el dispositivo de prueba. Transcurridos unos minutos, podrás leer el resultado. Sigue las instrucciones de forma estricta. Si la prueba da un resultado positivo, este también deberá confirmarse nuevamente mediante una analítica. Para ello, puedes acudir a un centro de diagnóstico de VIH adecuado. Al igual que sucede con la prueba rápida del VIH; el autotest o autoprueba solo puede confirmar que NO tienes VIH como muy pronto doce semanas después de un contacto de riesgo.

Prueba de envío por correo. La prueba de envío por correo (como puede ser la prueba de s.a.m health) también se realiza en casa, pero con algunas diferencias respecto a la autoprueba del VIH ya descrita:
- El kit de la prueba incluye también asesoramiento por parte un/a profesional.
- Esta prueba no solo te permite analizar el VIH, sino también otras enfermedades de transmisión sexual (como la gonorrea, la sífilis o la clamidia).
- El resultado de la prueba no se lee directamente en el kit de prueba que recibes en casa, sino que tú mismo/a tomas las muestras y luego las envías a un laboratorio, donde se analizarán con detalle. Esto significa que la prueba de envío por correo proporciona un resultado más fiable que los kits de autoprueba que se obtienen en las organizaciones de apoyo a las personas con VIH/sida, en las farmacias y parafarmacias o a través de Internet.
- Además, con este servicio, tienes la opción de recibir recordatorios para realizarte la prueba de forma periódica.
El proceso funciona de la siguiente manera. Tras registrarte en él portal en línea de s.a.m health y una breve consulta telefónica o personal con un/a asesor/a de esta empresa, recibirás un kit de prueba en un paquete discreto por correo postal. Deberás utilizar dicho kit para tomar muestras en casa (de sangre de la yema del dedo, orina e hisopos) y, después, las enviarás al laboratorio asociado en el sobre ya preparado que se incluye en el paquete que has recibido. Si los resultados son negativos (es decir, si las pruebas no muestran indicios de la presencia de alguna de las infecciones analizadas), recibirás un mensaje de texto con esta información. Si el resultado es positivo (es decir, si alguna de las pruebas enviadas demuestra que hay una infección), se te pedirá que vuelvas a llamar.
También se te indicará el servicio de atención al que puedes dirigirte para que te informen sobre con quien debes ponerte en contacto para comenzar el tratamiento de la infección detectada. Transcurridos tres, seis o doce meses, según elijas, se te preguntará de nuevo por SMS si deseas que se te envíe otro kit de pruebas. De esta manera, podrás velar por tu salud sexual de manera discreta, cómoda y regular.

Prueba de PCR. A diferencia de las cuatro pruebas descritas anteriormente, esta prueba no detecta los anticuerpos del VIH, sino el VIH como tal. La prueba de PCR se utiliza por lo general como prueba de confirmación tras obtener un resultado positivo en una prueba de anticuerpos del VIH. Además, también puede utilizarse para verificar la eficacia de un tratamiento antirretroviral ya iniciado. La prueba de PCR también puede utilizarse directamente como primera prueba del VIH (es decir, en lugar de una prueba de anticuerpos), aunque los elevados costes suelen ser un motivo para no hacerlo. La ventaja de esta prueba es que la infección por el VIH puede detectarse tan solo dos semanas después del contacto de riesgo. Además, cuando existe una sospecha razonable de riesgo, los costes de una prueba de PCR suelen estar cubiertos por el seguro médico correspondiente. Así pues, si hablas abiertamente con tu médico/a sobre una posible situación de riesgo o una posible infección por el VIH, no tendrás que asumir el coste esta prueba.
Otras pruebas de ETS
ETS es el acrónimo de enfermedad de transmisión sexual. En este contexto, también se utiliza a veces ITS, que significa infección de transmisión sexual. Ambos términos significan lo mismo que el antiguo término «enfermedades venéreas». Además de la infección por el VIH, también se consideran enfermedades de transmisión sexual la hepatitis, la gonorrea, la sífilis, la clamidia y el herpes.
Los síntomas típicos de una enfermedad de transmisión sexual son los siguientes:
- Secreción en la vejiga, la uretra o el recto (intestino) o secreciones vaginales anormales (flujo de color, olor, o textura anormal).
- Ardor, escozor o dolor al orinar, picor en los genitales
- Ulceras, ampollas, nódulos o verrugas en los genitales, en la boca (dentro o alrededor), en la región anal o en otras partes del cuerpo
- Enrojecimiento o placas de blanquecinas a amarillentas en la boca, en los genitales o en la región anal
- Dolor e hinchazón en los genitales
- Inflamación de los ganglios linfáticos de la ingle o en la zona que se encuentra alrededor de las úlceras.
- Alteraciones cutáneas anómalas, como zonas con supuración, erupciones o enrojecimiento
Todas estas infecciones pueden detectarse mediante una prueba realizada por tu médico/a de cabecera, ginecólogo/a o urólogo/a y luego tratarse en consecuencia. Muchos de los centros de diagnóstico de VIH en los que se realizan las pruebas del VIH, como los checkpoints, las organizaciones de apoyo a las personas con VIH/sida o las oficinas de salud pública, también ofrecen de pruebas para otras infecciones de transmisión sexual. Otra posibilidad es la prueba de envío por correo, que incluye pruebas de gonorrea, sífilis y clamidia, además de una prueba de anticuerpos del VIH.
Encontrarás información más detallada sobre las enfermedades de transmisión sexual en este folleto de Deutsche Aidshilfe:
Si sospechas que has contraído una enfermedad de transmisión sexual distinta de las mencionadas anteriormente (como una infección por hongos o verrugas genitales entre otras), habla con tu médico/a al respecto. Dependiendo de la infección de que se trate, existen diferentes métodos para detectarla. A veces basta con un simple diagnóstico visual, pero a menudo se realiza un frotis, se analiza una muestra de orina o se extrae sangre de una vena y se analiza en el laboratorio.
Afortunadamente, la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual son bastante fáciles de tratar y, por lo general, se curan sin más. El requisito previo, por supuesto, es que se detecten a tiempo. Por eso, se recomienda realizarse pruebas periódicas, y no solo del VIH, sino también de otras enfermedades de transmisión sexual. Esto te permitirá proteger tanto tu salud como la de tus parejas sexuales y, en consecuencia, disfrutar de tu sexualidad de una manera tranquila.
También existen diferentes opciones de prevención para protegerse contra las enfermedades de transmisión sexual. Tanto el preservativo convencional como el llamado preservativo femenino no solo protegen contra el VIH, sino también contra otras ETS, como la gonorrea, la sífilis o la clamidia. También existen vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH). Lo mejor es que hables sobre esto directamente con tu médico/a.
¿DÓNDE PUEDO HACERME LA PRUEBA?
En centros de diagnóstico de VIH
Si quieres hacerte la prueba del VIH en tu localidad, puedes elegir entre los diversos servicios de atención disponibles para ello: en las consultas de los/las médicos/as de cabecera o de los/las médicos/as especialistas, en las oficinas de salud pública, en los puntos de acceso regionales de la Deutsche Aidshilfe («servicios locales de apoyo a las personas con VIH/sida») o en los llamados puntos de control (checkpoints). Estos últimos cuentan con una oferta de servicios de asesoramiento y pruebas de fácil acceso que están proporcionados por diversas organizaciones y se encuentran disponibles en muchas ciudades de Alemania.
Por su parte, los centros de de diagnóstico de VIH suelen ofrecer la posibilidad de hacerse pruebas de detección de otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) al mismo tiempo que la prueba del VIH. Para obtener más información sobre las pruebas de otras enfermedades de transmisión sexual, consulta el apartado «Otras pruebas de ETS».
A excepción de los consultorios médicos, en la mayoría de los centros, las pruebas se realizan de forma anónima. Esto significa que no tienes que dar un nombre en esos centros y que los resultados no quedan registrados en ningún historial.
En las oficinas de salud pública las pruebas suelen ser gratuitas, mientras que, en las consultas médicas, solo son gratuitas si confirmas que has estado expuesto/a una situación de riesgo. En el resto de los centros de diagnóstico, la situación puede variar: en algunas se cobra una tarifa y en otras no. Así pues, a la hora de decidir dónde quieres hacerte las pruebas, puedes basarte en lo que consideras más importante, en función de si prefieres buena accesibilidad, costes más bajos o discreción y anonimato. En caso de duda, también puedes consultar las páginas web de los distintos centros para obtener más información, o llamarles directamente y preguntar en persona.
A continuación, te incluimos una lista de centros de Alemania en los que se realizan pruebas del VIH.
Puedes encontrar una lista de médicos/as especialistas en el VIH en la página web de la dagnä (asociación alemana de médicos/as especializados en el cuidado de personas con VIH).
La prueba del VIH para realizar en casa es una prueba que puedes realizar tú mismo/a. Hay dos variantes:

La autoprueba de VIH, que puedes adquirir en organizaciones de apoyo a las personas con VIH/sida, farmacias, parafarmacias e Internet. Puedes realizar la prueba tú mismo/a en casa y obtener el resultado en unos minutos. Si la autoprueba da un resultado positivo, el resultado debe confirmarse mediante la realización de una prueba analítica en un centro de diagnóstico de VIH. La autoprueba del VIH solo puede confirmar que NO tienes VIH como muy pronto doce semanas después de un contacto de riesgo.

También existe una prueba de envío por correo (como la prueba de s.a.m health), que se pide por Internet. Al hacerlo, recibirás un kit de prueba para que tú mismo/a te tomes las muestras en casa y, después, las envíes al laboratorio correspondiente. Una vez analizadas las muestras en el laboratorio, recibirás los resultados por SMS en unos días. Si en alguna de las pruebas se detecta una infección, se te enviará un mensaje de texto solicitándote que llames para hablar de cómo proceder a continuación. En lo que respecta a la prueba del VIH también se aplica lo siguiente: Si esta da un resultado positivo, es necesaria una prueba de confirmación en un centro de diagnóstico de VIH para estar completamente seguros de dicho resultado.
La ventaja de la autoprueba del VIH es que obtienes el resultado de manera inmediata. No obstante, debes tener en cuenta que un resultado negativo solo es fiable si han transcurrido al menos doce semanas entre él contacto de riesgo y la prueba. En cambio, la prueba de envío por correo tiene la ventaja de que permite realizar pruebas para otras infecciones de transmisión sexual además de la del VIH, así como de recibir un asesoramiento discreto. Encontrarás explicaciones más detalladas sobre la autoprueba del VIH y la prueba de envío por correo en el subapartado «Los tipos de pruebas».
A LA ESPERA DE LOS RESULTADOS
CÓMO ABORDAR LA INCERTIDUMBRE
Después de la prueba, normalmente tienes que esperar. La espera del resultado puede parecer interminable, especialmente si tienes que esperar varias semanas antes de poder hacerte la prueba. Esto se debe a que, para obtener un resultado fiable, y dependiendo del tipo de prueba que vayas a hacer, deben transcurrir varias semanas entre la situación de riesgo y la prueba. Durante este tiempo de espera, muchas personas se preocupan o tienen miedo de que el resultado sea positivo. Pero no tienes que enfrentarte a esto solo/a.
Puedes buscar apoyo en tu entorno personal para asegurarse de no tener que afrontar solo/a las incertidumbres, las dudas y los miedos que te está provocando esta situación. A menudo, hablar de tus preocupaciones con alguien de confianza puede ayudarte a sentirte un poco más aliviado/a y relajado/a. Asimismo, muchas personas se sienten más cómodas si están acompañadas por alguien de confianza de su entorno personal cuando se hacen la autoprueba del VIH, o si acuden con esta persona al centro de diagnóstico de VIH cuando recogen el resultado de la prueba. La ventaja es que tener a una persona de confianza a tu lado puede animarte y, en caso necesario, ofrecerte apoyo emocional si el resultado no es el que esperabas.
Si no deseas involucrar a nadie de tu entorno, o si prefieres buscar apoyo profesional, puedes acudir a uno de los muchos centros de asesoramiento que ofrecen ayuda en estos casos. Además de los servicios de orientación ofrecidos por la Deutsche Aidshilfe, también podrás encontrar apoyo en Caritas, tanto de forma presencial cerca de tu ubicación como en línea. En el sitio web de la campaña informativa «Liebesleben» (Vida sexual) de la Oficina Federal de Educación Sanitaria encontrarás un buscador por código postal y un mapa con los servicios de asesoramiento disponibles en toda Alemania.
¿POSITIVO O NEGATIVO?
QUÉ OCURRE UNA VEZ QUE SE DISPONE DEL RESULTADO DE LA PRUEBA
Si el resultado de tu prueba del VIH es negativo, lo que significa que NO se ha detectado una infección por el VIH, es sin duda una noticia magnífica. Saberlo te quitará un peso de encima. La alegría y el alivio deben ser ahora un incentivo para que sigas vigilando de cerca el VIH y continúes protegiéndote de manera eficaz contra el virus en el futuro. En este punto, puedes elegir entre tres métodos de prevención diferentes:

El uso de preservativos durante las relaciones sexuales.

La llamada profilaxis preexposición (PrEP).

Si tienes una pareja sexual con VIH y está recibiendo un tratamiento eficaz y, por lo tanto, su carga viral se encuentra por debajo del límite de detección, tú también estarás protegido/a contra la infección por el VIH.2,3.
Puede que haber tenido una experiencia positiva te sirva de motivación para controlar tu salud sexual en el futuro siguiendo las recomendaciones que se indican a continuación:
- Acuérdate de seguir haciéndote la prueba del VIH con regularidad, si crees que es conveniente teniendo en cuenta tus circunstancias personales y tu riesgo individual de infección.
- Pídele a tu pareja o tus parejas sexuales que también se hagan la prueba para que conozcan su estado serológico.
- Anima a tus amigos/as y familiares a hacerse la prueba, sobre todo si aún no conocen su estado serológico.
Por supuesto, si has obtenido un resultado positivo en tu prueba del VIH, es decir, si la prueba (corroborada en un segundo análisis conocido como prueba de confirmación) indica que existe una infección por el VIH, es comprensible que tu reacción no sea de alegría. No obstante, un resultado positivo en la prueba del VIH no tiene por qué ser motivo de desesperación. Recuerda siempre lo siguiente: Los tratamientos antirretrovirales modernos que se utilizan en la actualidad presentan una eficacia y una tolerabilidad suficientes para llevar una vida larga y plena incluso si tienes VIH.
Tómate tu tiempo, mira hacia adelante y sigue los pasos que tienes que dar ahora, es decir: Infórmate, asesórate y empieza el tratamiento antirretroviral lo antes posible. Para obtener información sobre la mejor forma de proceder, consulta el apartado «Resultado de la prueba “Positivo en VIH”. ¿Y ahora qué?»
Bibliografía:
- Hecht FM et al. Use of laboratory tests and clinical symptoms for identification of primary HIV infection. AIDS 2002; 16(8): 1119–1129.
- Eisinger RW et al. HIV Viral Load and Transmissibility of HIV Infection: Undetectable Equals Untransmittable. JAMA 2019 Feb 5; 321(5): 451452.
- Leitlinien der European AIDS Clinical Society (EACS), Versión 12.0 de octubre de 2023. https://www.eacsociety.org/guidelines/eacs-guidelines/eacs-guidelines.html.
NP-DE-HVU-WCNT-250001- Febrero de 2025